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Juárez y la revolución


20 noviembre, 2015 | 4:00 am

Hace 104 años esta frontera se cimbró al ocurrir la Toma de Juárez, batalla clave para el triunfo de la Revolución Mexicana. Las calles quedaron heridas y las viejas fincas de adobe fueron marcadas por el fuego y la pólvora, dejándolas en ruina. A poco más de un siglo, la ciudad se reconstruye y transforma y, a través de estas imágenes, se da el encuentro en silencio de las aceras donde quedará el recuerdo permanente de una guerra en la que los hombres derramaron su sangre por alcanzar una mejor patria

Si hubieran al menos ruinas la ciudad tendría un referente de una de las batallas más importantes de la Revolución Mexicana, pero en su lugar solo hay recuerdos, relatos en libros y apenas el eco de las balas que dieron el inicio a una nueva patria.

En las calles de Juárez son pocos los vestigios que quedan del entrenamiento entre insurrectos y el Ejército federal del 8 al 11 de mayo de 1911.

Es por esta razón que grupos ciudadanos como El Juárez de Ayer buscan recuperar a través de recorridos por la zona donde se dio la batalla algo de la historia que pertenece a los fronterizos y que, dicen, merecen conocer.

El lunes pasado, con motivo del puente de la celebración del 20 de Noviembre, el grupo que se originó en Facebook y que a la fecha cuenta con casi 13 mil seguidores realizó un recorrido por la zona norponiente de la ciudad, donde se fueron dando escalas en lugares donde la Revolución Mexicana tuvo lugar y hoy se encuentran en el olvido.

José Luis Hernández Caudillo, uno de los administradores de la página, habló de las barricadas que se colocaron en cruces como la calle de la Presa y María Martínez, así como de otro punto de ataque sobre el viaducto Díaz Ordaz y una piedra en la rivera del Bravo conocida como “El Ojo de Orozco”, espacios de los que hasta hoy solo se les reconocía a través de viejas fotografías.

Joel Casas Ávila, maestro en comunicación y administración por la Universidad Autónoma de Chihuahua, también integrante del grupo, refirió que la intención de los recorridos es que la ciudadanía reconozca las huellas de la batalla que dio pie a la rendición del ejército del general Porfirio Díaz.

“Decidimos salir a buscarlas para no seguir diciendo aquí había esto, sino ver qué hay el día de hoy. No tenemos como fin que el Gobierno haga o deshaga, sino que la ciudadanía, las futuras generaciones, lo conozcan y se empiece a generar la sinergia de recuperar un poco de la historia”, comentó.

Para Casas Ávila, las autoridades han dejado los espacios históricos como un pendiente que nunca se toca, eso que está rezagado y se va perdiendo, por lo cual con los recorridos se busca ver la ciudad de una forma diferente.

“Que sepa que donde está pisando en este momento, en la barda donde se está recargando, hubo un antecedente histórico y que nuestra ciudad está plagada de sitios que están esperando que la historia les reconozca su momento, los sitios están deseosos de contar su historia y de que todos quieran saber de ellos”, apuntó.

El recorrido concluyó con la visita al museo de la Casa de Adobe, sitio en el que el historiador Alfredo Figueroa Maguregui, coordinador del recinto, hizo un recuento de ese lugar que fue clave en la Toma de Ciudad Juárez.

Adrián García Castro, profesor del Cbtis 128 y otro de los coordinadores de El Juárez de Ayer, destacó la importancia de que los juarenses nativos y adoptivos conozcan el origen histórico como comunidad.

“Eso motiva a amar, a preservar a la ciudad, sus lugares, tradiciones, a tener memoria colectiva sobre personas, hechos, que han impactado a nivel nacional e internacional”, mencionó.

El que la persona esté consciente sobre el porqué de lo sucedido en los lugares o edificios motiva a cuidar de ellos, impedir el grafiti, descuido o destrucción de los mismos de parte de autoridades o particulares ignorantes, añadió.

“No es suficiente recordar con fotos sobre el pasado, para decir “antes era más bonito”, añorar lo sucedido, cuando tenemos la oportunidad de reforzar el amor a la ciudad con recorridos, visitas, estar presentes en nuestra historia, ser parte de ella, ser testigos del ayer en el hoy. Nuestra historia vive”, puntualizó.

Los espacios históricos perdidos

En Ciudad Juárez las fuerzas depredadoras han aniquilado buena parte de sus monumentos edificados, ya que a la fecha solo existen aquí apenas entre 12 y 15 lugares que datan del siglo 19 que se conservan en pie.

Jorge Carrera Robles, delegado estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así definió la ausencia de edificios históricos en el Centro de la ciudad, principal campo de la batalla de la Toma de Juárez, que en 1911 diera el triunfo al ejército insurgente comandado por Francisco I. Madero.

Por esta razón, para el delegado del INAH, la recuperación del Centro Histórico ya debe plantearse no desde la reconstrucción de réplicas de los edificios que allí se encontraban, sino recuperar y preservar los aún existentes.

Además, señaló que hay que lograr la rehabilitación de ciertas calles y avenidas que pertenecen más al siglo XX, y aunque no tienen la calidad de monumento histórico no dejan de ser un elemento patrimonial y de identidad de la ciudad.

“Aquí (el Centro) debe rehabilitarse con actividades que le generen certidumbre, actividades que le den seguridad como ciudadanos, una serie de servicios que anclen la permanencia”, comentó.

El antropólogo Carrera Robles dijo que si bien el ejercicio de crear una réplica de la Casa de Adobe donde tuvo su cuartel Francisco I. Madero fue una medida que funcionó en su momento, no debe tomarse para aplicarla en las demás edificaciones ya perdidas, debido al alto costo que esto sería.

El problema de los inmuebles que hoy no existen, y del que solo se tienen fotografías, es que los gobiernos de ese momento no tomaron en cuenta su reconstrucción y se fueron abandonando, quedando como ruinas hasta perderse y terminar derribados.

“Fueron ganando espacios giros no propiamente de continuidad, sino de rompimiento a las formas en que se debe mantener vivo un Centro, el concepto de subcentro; la misma ampliación de la mancha urbana fue generando también este resultado” comentó.

Para Carrera Robles la nueva visión del Centro debe apuntarse hacia una labor comunitaria donde todos los juarenses contribuyan desde sus posibilidades y funciones en la sociedad para a su reconstrucción.

“El asunto del Centro Histórico le corresponde a la sociedad en su conjunto, los comerciantes, habitantes, el Gobierno y los inversionistas deben participar en conjunto para retomarlo y revivirlo con distintas actividades que permitan fortalecer la identidad juarense”, finalizó.

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